El grupo del CIBEREHD que lidera Marta Cascante en la Universidad de Barcelona realiza una investigación interdisciplinar centrada en el estudio del cáncer y las enfermedades multifactoriales aplicando la Medicina de Sistemas para integrar en modelos informáticos el conocimiento obtenido a partir de las tecnologías “ómicas” y los datos clínicos. Sus trabajos han demostrado el potencial de los modelos informáticos para modelar los procesos metabólicos asociados a patologías y predecir el efecto de nuevas estrategias terapéuticas. En esta entrevista, la Dra. Cascante aborda los principales proyectos que centran actualmente la actividad de su grupo. También comparte su visión y principales inquietudes sobre la situación de la mujer en la ciencia.
-El grupo que usted lidera en la Universidad de Barcelona acaba de cumplir su primer año como grupo CIBEREHD ¿qué valoración hace de esta primera etapa en el CIBER y qué retos se marca?
-La valoración de mi primer año en el CIBEREHD es totalmente positiva. En el CIBEREHD he encontrado el entorno ideal que facilita la colaboración entre los grupos que realizamos investigación básica y los grupos clínicos/asistenciales. En el CIBEREHD se fomentan las colaboraciones y se estimula a los investigadores para que contribuyan a la transferencia de sus resultados al sector clínico. En nuestro caso, en este primer año ya hemos iniciado colaboraciones con grupos clínicos y básicos y hemos diseñado proyectos conjuntos de investigación traslacional.
El principal reto que nos planteamos es que nuestra investigación llegue a la clínica y revierta en beneficio de los pacientes. Nuestra mayor ilusión es que las nuevas dianas y estrategias terapéuticas en las que investigamos en estudios preclínicos lleguen a ensayarse en estudio clínicos y esto aumente la tasa de supervivencia de la población y mejore la calidad de vida de los pacientes.
-¿Cuáles son los principales proyectos en los que trabaja actualmente su grupo?
-En la actualidad, estamos utilizando el enfoque desde la Medicina de Sistemas para caracterizar las adaptaciones metabólicas asociadas a metástasis y resistencia terapéutica adquirida para poder identificar nuevas dianas terapéuticas a nivel metabólico y diseñar nuevas terapias combinadas que impidan a la célula tumoral tanto sobrevivir a la quimioterapia como migrar e invadir otros órganos.
-¿Qué está aportando a la trayectoria investigadora de su grupo el integrarse en la estructura del CIBER?
-La integración en el CIBEREHD nos está permitiendo estrechar lazos con grupos clínicos de distintos hospitales españoles y unir esfuerzos para realizar una investigación traslacional que revierta en el diseño de nuevas estrategias terapéuticas para el beneficio de los pacientes de cáncer y de otras enfermedades multifactoriales. Los proyectos de investigación que hemos presentado conjuntamente con grupos clínicos, en las últimas convocatorias de financiación pública y privada, van dirigidos a aplicar nuestros amplios conocimientos sobre el metabolismo tumoral a una mejor estratificación de los pacientes de cáncer y al diseño de nuevas terapias combinadas. Además, a nivel europeo, hemos presentado un proyecto junto con otros grupos del CIBEREHD (liderados por el Dr. Manuel Romero del hospital Virgen del Rocío) en el programa H2020 de la CE, que pretende diseñar nuevas estrategias terapéuticas para combatir las complicaciones asociadas a la enfermedad del hígado graso.
-¿Cómo percibe la situación de la mujer en la actividad científica?
-Desde mi propia experiencia como investigadora, percibo una gran mejora de la situación de la mujer en la actividad científica aunque todavía se puede mejorar mucho más. El número de mujeres en ciencia ha aumentado considerablemente en los últimos años, aunque todavía siguen siendo minoría en las posiciones de liderazgo. El analizar las causas y pensar ideas para continuar mejorando esta situación no es tarea fácil pues hay muchos aspectos a tener en cuenta.
Uno de estos aspectos es el hecho de que aún y consiguiendo el investigador/a un contrato laboral estable, éste/a normalmente se encuentra con que la institución no le proporciona financiación para cubrir los gastos de material y de personal técnico necesarios para cualquier investigación científica. Así, un científico/a que quiera liderar un grupo de investigación debe escribir proyectos para recaudar fondos, realizar su trabajo de investigación, transferir los resultados para que reviertan en beneficio de la sociedad, estar continuamente actualizando sus conocimientos y difundir sus resultados en congresos internacionales y publicaciones de alto impacto que acrediten su excelencia.
Además, hoy en día existe una altísima competitividad para acceder a los mínimos recursos necesarios, lo que se traduce en la obligada necesidad de invertir muchas horas extras escribiendo proyectos para tener éxito en alguno. La creatividad científica requiere trabajar mucho con constancia y paciencia para que fluyan nuevas ideas pero al no haber fondos mínimos estructurales que garanticen al científico el poder hacer el trabajo para el que está contratado, éste debe convertirse también en buscador de recursos lo cual genera un gran estrés.
Por último, se ha de tener en cuenta que la carrera científica está estructurada de manera que, para alcanzar la estabilidad laboral, se valora la excelencia pero especialmente y en gran medida la capacidad de liderazgo. Así, si un científico/a desea realizar una excelente labor científica en el marco de un equipo de investigación pero no desea liderar un grupo de investigación, normalmente se le penaliza para una plaza de científico o profesor de Universidad estable. Este hecho resulta en la atomización de la ciencia española en pequeños equipos y en un mal aprovechamiento de los escasos recursos existentes. Es como si en una empresa todo el mundo debiese llegar a director general para poder tener una estabilidad laboral.
Todos estos aspectos han contribuido a frenar la carrera investigadora de muchas científicas que probablemente, de haber conseguido un puesto estable sin asumir en ese momento el liderazgo de un grupo y con un mínimo de soporte en sus inicios, hubiesen llegado a ser líderes de grupo pasado un tiempo. Un cambio de paradigma es necesario para poder construir equipos interdisciplinarios en los que el talento científico, las capacidades complementarias y la capacidad de colaboración se reconozcan con la estabilidad laboral. En un entorno de estabilidad, en el que el éxito del equipo se perciba como un éxito propio, es donde podrá conseguirse la igualdad de género en todos los niveles y el florecimiento de novedosas ideas y avances científicos.
-En este contexto, ¿es posible la conciliación en la carrera científica?
-El alcanzar una buena madurez científica para poder generar nuevas ideas y liderar proyectos requiere un largo aprendizaje con lo que resulta inevitable que, en el caso de las mujeres, esta etapa coincida con la etapa de nacimiento y crianza de los hijos. El hecho de que socialmente se haya considerado que la crianza de los hijos era una tarea que debía recaer mayoritariamente en las madres ha provocado que a lo largo de los años este hecho se convirtiera en un lastre para las mujeres que querían desarrollar una carrera investigadora. Afortunadamente, esto está cambiando y cada vez se asume con más naturalidad que la crianza de los hijos ha de recaer por igual en el padre y la madre, lo cual socialmente ha ayudado a alargar los permisos de maternidad y paternidad y a mejorar la conciliación de los/las investigadores/as. Pero estas medidas siguen sin ser suficientes, y si no se acompañan de otras medidas adicionales de soporte, el desarrollo de la carrera científica de las mujeres no puede avanzar en igualdad de oportunidades para hombres y para mujeres. Hay que tener presente que estas medidas de soporte han de ayudar tanto a la mujer científica que quiere ser madre como ofrecer unas garantías al centro empleador, para evitar la pérdida de competitividad del mismo y así garantizar la igualdad de oportunidades para ambos sexos.
En mi opinión, y fruto de mi experiencia como madre y como líder de un grupo de investigación, pienso que sería una buena idea financiar un programa de soporte para poder facilitar al máximo la conciliación familiar sin que ello revierta en pérdida de la competitividad y excelencia del grupo de investigación y de la institución. Este programa, en mi opinión, debería permitir que al menos uno de los progenitores pudiera trabajar a media jornada durante los dos primeros años de vida de los hijos, y que tanto durante la baja maternal/permiso paternal como durante el periodo de trabajo a media jornada se pudiera contratar a personal cualificado que cubriera las tareas y responsabilidades del investigador/a que se encuentra temporalmente ausente.
En resumen, no solo hay que dar soporte y facilidades a la mujer científica para que pueda conciliar su vida laboral y familiar sino que también hay que crear programas de personal de apoyo, que permitan a la mujer científica mantener su competitividad y excelencia sin que los grupos de investigación se vean perjudicados por la conciliación familiar.
-¿Percibe avances en la eliminación de las barreras de género en la ciencia?
-Hoy en día, en el entorno de ciencias de la vida (que es el que más conozco) mi percepción es que se valora por igual a investigadoras e investigadores y no percibo discriminación en este sentido. Las mujeres son mayoría en muchos laboratorios científicos, sin embargo todavía son minoría en puestos de liderazgo, en mesas redondas, en comités asesores y en paneles de evaluación. Para conseguir que la paridad de género se haga presente a todos los niveles es necesario un programa integral de soporte.
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